15 noviembre 2010

‘Los ojos de Julia’: una historia con luz y “sombras”



El barcelonés Guillem Morales traslada a la gran pantalla su segundo largometraje, 'Los ojos de Julia' , película que sin duda convertirá a esta joven promesa del cine español en un ya consagrado director.

El director mejicano Guillermo de Toro es el coproductor de este thriller psicológico que protagonizan una brillante Belén Rueda y un siempre a la altura Lluis Homar. El resto del reparto lo configuran un gran elenco de actores nacionales entre los que encontramos nombres como el de Pablo Derqui (gran descubrimiento para nuestro cine), Francesc Orella, Julia Gutiérrez Caba y Daniel Grao, entre otros.

Julia (Belén Rueda) es una mujer que padece una enfermedad degenerativa que puede derivar en una ceguera total. Mientras lucha contra las sombras que se van apoderando de su visión se encontrará con que tiene una última gran misión que cumplir: descubrir cuál ha sido el verdadero motivo de la muerte de su hermana gemela (encarnada también por la protagonista de ‘El Orfanato’) que, aparentemente, se ha suicidado debido a la ceguera a la que le ha llevado la misma enfermedad que sufre la propia Julia.

Un comienzo impactante hace que el espectador se quede pegado a la butaca con los ojos abiertos, si es capaz de mantenerlos así durante los sustos más inesperados, y el cuerpo en tensión. A pesar de ello, la lentitud de algunas escenas intermedias hace que esa tensión desaparezca para dejar paso a una serie de dudas sobre una trama que, aunque elaborada y llamativa, tiene algunos cabos sueltos.

Morales y su coguionista ,Oriol Paulo, han querido jugar con el terror de lo sobrenatural sin llegar realmente a sumergirse en ello, aunque no por esto dejan de crear numerosos sobresaltos entre el público. Es el miedo el que bloquea el sentido racional de un espectador que, si tras ver el film se para a pensar, seguro encontrará esos cabos que no casan y que tratan de explicar, de forma un tanto ilógica, lo inexplicable de la historia.

El trabajo técnico, desde lo visual a lo sonoro, es quizá uno de los mayores méritos de este thriller. Planos cuidados y golpes de volumen que casan en todo momento con la trama argumental y casi crean por si solos la mayoría de los vuelcos de corazón que se dan durante los cien minutos que dura el largometraje.

El director nos asegura que la de Julia es “una historia de superación”, una historia en la que, sin duda, lo que tendrá que superar el público serán sus miedos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario